domingo, 22 de marzo de 2009

GRAN TORINO

Dirección:Clint Eastwood
País:USA
Año:2008
Duración:116 min.
Género:Drama
Guión:Nick Schenk
Producción:Clint Eastwood, Robert Lorenz y Bill Gerber
Música:Kyle Eastwood y Michael Stevens
Fotografía:Tom Stern
Montaje:Joel Cox y Gary D. Roach
Vestuario:Deborah Hopper
Fecha Estreno:09-01-2009
Estreno en España:06-03-2009


Reparto:Clint Eastwood (Walt Kowalski), Christopher Carley (padre Janovich), Bee Vang (Thao), Ahney Her (Sue), Brian Haley (Mitch), Geraldine Hughes (Karen), Dreama Walker (Ashley), Brian Howe (Steve), John Carroll Lynch (Martin), William Hill (Tim Kennedy), Broo

SINOPSIS:
Walt Kowalski (Clint Eastwood), un trabajador del automóvil jubilado, ocupa su tiempo con reparaciones domésticas, cerveza y visitas mensuales al peluquero. Aunque el último deseo de su difunta esposa fue que se confesara, para Walt, un resentido veterano de la Guerra de Corea que mantiene su rifle M-1 limpio y listo, no hay nada que confesar. Y del único que se fía lo suficiente como para confesarse es de su perra, Daisy. Aquellos a los que solía considerar sus vecinos se han trasladado o han fallecido y han sido sustituidos por inmigrantes hmong, del sudeste asiático, que él desprecia. Ofendido por prácticamente todo lo que ve, los aleros caídos, el césped descuidado y los rostros extraños que le rodean; las pandillas sin propósito de adolescentes hmong, latinos y afroamericanos que creen que el barrio les pertenece; los extraños inmaduros en que se han convertido sus hijos, Walt sólo espera a que llegue su última hora. Hasta la noche en que alguien intenta robar su Gran Torino del 72. Tan reluciente como estaba el día en que el propio Walt ayudó a sacarlo de la cadena de montaje hace décadas, el Gran Torino hace que su tímido vecino adolescente, Thao (Bee Vang), entre en su vida cuando los pandilleros hmong presionan al chico para que intente robarlo. Pero ahí está Walt, entre el golpe y la pandilla, convirtiéndose en el reacio héroe del barrio, especialmente para la madre y la hermana mayor de Thao, Sue (Ahney Her), quien insiste en que Thao trabaje para Walt para enmendar su conducta. Si bien al principio no quiere tener nada que ver con esa gente, finalmente Walt cede y encarga al chico que arregle el vecindario, lo que dará lugar a una amistad que cambiará la vida de ambos.
TRAILER:

Escena 1:

Escena 2:

Escena 3:

IMAGENES:


CRÍTICA:

Habrá quien se extrañe ante el inusual hecho de que un film como Gran Torino, protagonizado por un señor de 80 años, lleve más de 130 millones de dólares recaudados en la taquilla americana. La explicación la encontramos en que estamos ante una película que captura en sus sencillas imágenes todo el cine popular de las últimas décadas: aquel que ha protagonizado y dirigido el señor Clint Eastwood. En las arrugas del anciano Walt Kowalski se funden aquel hombre sin nombre de la trilogía de Sergio Leone, Harry el sucio, William Munny (Sin perdón), Frankie Dunn (Million Dollar Baby)…

Y es que estamos ante una pieza tremendamente significativa en la carrera de Eastwood (a pesar de parecer lo contrario), y que requiere de una profunda lectura. El realizador, siempre consciente de lo que se trae entre manos, ha optado por descuidar el aspecto formal de su película, situándose en las antípodas de sus tres últimas obras (tanto su díptico sobre la batalla de Iwo Jima como El intercambio son películas de bellísma fotografía, cuentan con un gran diseño de producción y técnicamente son perfectas). Estamos en una onda más cercana a la de Million Dollar Baby, con la que guarda muchas similitudes, aún siendo esta Gran Torino una película más abrupta y violenta (tal vez porque el estallido dramático no espera a la última parte, está ahí casi constantemente).

Habrá quien piense que Eastwood ha pecado de falta de virtuosismo, algo que no le ocurría desde Deuda de sangre. Solo hay que ver lo poco trabajados que están aspectos como la planificación de las secuencias violentas o lo flojas que son las actuaciones de los secundarios, que en la mayoría de los casos ni siquiera son actores profesionales. Pero esta es una manera errónea de ver una película como esta. El realizador sabe que la potencialidad de esta cinta está en dos puntales mucho más poderosos que una nimiedad como es la perfección técnica.

El primero de ellos es su personaje y con él, su actuación. No nos extrañaría nada que esta fuera la última aparición de Eastwood en la pantalla (aunque tampoco lo contrario, la verdad). Como comentaba antes, este es un personaje que condensa a todos los que ha interpretado en su carrera, desde el fantasmal vaquero hasta el militar infranqueable, pasando por el detective justiciero, el padre fracasado… Solo con sus gruñidos, su voz rota, sus arrugas, Eastwood logra guiar al público de una manera magistral. En otras ocasiones lo hizo desde la puesta en escena, pero esta vez su herramienta es Walt Kowalski, quien nos arrastra por los senderos siempre dolorosos y profundamente humanos de la obra de, digámoslo ya, uno de los más grandes creadores que ha dado este invento del cine.

La variedad de temas presente en Gran Torino da para muchos escritos. Yo me quedaría principalmente con lo bien que encaja la historia en estos tiempos en que millones de personas eligieron a un presidente afroamericano y se emocionaron viendo a un joven de la India convertirse en millonario. Cuando casi al final del film Kowalski entrega al joven hmong Thao la medalla que antes había recibido él por sus méritos en la guerra de Corea, lo que se está entregando es el dolor y el arrepentimiento del país más poderoso del mundo (y que también presume de sus logros, como simboliza el coche que da título al film). En definitiva, una película memorable ya que es la visión de un privilegiado observador de la realidad de la herencia cultural (del paso del tiempo, en definitiva) y de una sociedad que está en un fundamental momento de transformación.

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